Una transitada calle en Cebú, camino al ferry.
Nos quedamos en los vuelos hacia Cebú y los personajes que conocí ahí. Al llegar al aeropuerto de Cebú, nos estaba esperando Ian con su famoso bus blanco.
Inmediatamente, salimos rumbo a tomar el ferry que nos llevaría a la Isla de Bohol. Pero primero, tuvimos que pasar al cajero automático. No les estaría contando sobre el retiro de dinero si no fuera por una razón muy importante: el primer contacto con los locales filipinos. Mientras los 10 que recién acababamos de llegar retirabamos dinero, decidí ir al supermercado que estabha a la par para comprar bloqueador solar, repelente para mosquitos y pasta de dientes.. Para mi sorpresa, en el momento en que entré al supermercado, me recibieron dos "Costumer Recievers" en la entrada del supermercado. Con una cinta como las que se usan en miss universo con la inscripción de "Costumer Recievers", dos filipinas me recibieron y me preguntaron con una sonrisa y un "Hello Sir" que era lo que quería comprar. Les indique la lista de compras y me indicaron a cuales pasillos tenía que ir. Mientras iba caminando, más empleados me saludaban y me regalaban una hermosa sonrisa. La verdad que ahora entiendo por que es que los turistas se impresionan tanto de la amabilidad y el servicio que se les da en Costa Rica muchas veces, por que inclusive yo me impresione por la calidez de la gente y su forma de ser.
Luego de hacer este "pit stop" nos dirigimos hacia el ferry. La ciudad de Cebú, que es mucho más grande que Manila, sufre el sintoma de caos de cualquier país subdesarrollado. Miles y miles de motocicletas formando un extraño baile en las carreteras. Otra curiosidad, fue que la gente se nos quedaba viendo apenas pasabamos por cualqueir lado. Supongo que para ellos no es muy común ver escandinavos todos los días con sus ojos azules, piel blanquisima y pelo muy rubio. Para mi sorpresa, a mi también se me quedaban viendo con esa mirada de curiosidad.
Con Ian el guía turísitico, en el Ferry! Con la cerveza nacional de Filipinas: San Miguel.
Al llegar a el lugar del Ferry, Ian nos empezó a demostrar la excelente elección de tener a un guía turistico local. No más nos bajamos, nos dieron un tiquete con nuestro nombre y nos dijeron que teníamos que abordar inmediatamente. La verdad que el servicio que recibimos fue de primera calidad porque desde que nos bajamos del avión todo lo que necesitaba era hecho por Ian, lo que le dió gran comodidad al viaje.
El grupo en el Ferry!El ferry tenía camas para dormir y una buena terraza en la parte de atrás del segundo piso. Nos instalamos y distrutamos de un viaje de dos horas con destino a la isla de Bohol, nuestro destino turístico. La única reseña que vale hacer es que al equipo de guías turísticos se unieron Narciso (que se apodaba Boy) y otro Ian. Los tres muy buena gente, a nuestra completa disposición y muy agradecidos por haber elegido filipinas como nuestro destino turístico. Hablando con ellos me di cuenta lo mucho que aprecian el turismo y como lo ven como una excelente oportunidad para una mejor vida y el desarrollo de su comunidad entera gracias a el dinero que nosotros invertimos en nuestra visita.
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