Una de las principales razones por la que vine a estudiar a Hong Kong es por que quería estar expuesto al pensamiento chino, conocer su cultura y complementar los valores que me han enseñado con su forma de vida y sus valores. No iba a imaginar que en mi tercer día en Hong Kong iba a logar estar expuesto a esto.
Como buen mejenguero que soy, de toda la vida, conocí a un francés que estaba interesado en jugar futbol en la noche. Así que, sin pensarlo dos veces, empezamos a convocar gente para que se animara a jugar con nosotros en la noche. A las 8 de la noche, estabamos unos pocos internacionales con las ganas de tocar bola y hacer un poco de magia en Asia. Debido a la poca cantidad de persona que eramos, insuficiente para armar un buen partido, observamos que habpian unos Hong Konianos, todos uniformados de celeste, que se veían iban a jugar también. Así que, decido ir a hablarles y preguntarles si estaban interesados en jugar un partido.
Primero me cuentan que ellos son el equipo de futbol de una de los dormitorios de la universidad y que, como todos los jueves, tenían la práctica semanal. Asi que de momento no iban a poder jugar, tal vez después. Primera nota, los chinos nunca dicen que no pero tampoco se dejan persuadir facilmente. Me cuentan que este año tienen que practicar mucho porque quieren ganarle a la residencia IV y ser campeones del torneo que se juega todo el año de futbol entre las diferentes residencias. Denotan que hace falta mucho trabajo y organización y que por eso es tan importante empezar a entrenar cuanto antes. Muy amables, nos dicen que nos prestan una mitad de la cancha para que nosotros juguemos mientras ellos entrenan. Asi que, con mucho agradecimiento, nos vamos a nuestro lado de la cancha para tocar bola un rato.
En el otro lado, mientras tanto, se da una exhibición de disciplina y orden muy característico de nuestros compañeros orientales. Por dos horas son capaces de mantener total orden y silencio mientras entrenan. Interesante, al menos para mí, notar que el entrenamiento estaba dirigido por un joven de la edad de los 20 muchachos que estaban ahí. En contraste con Costa Rica y otros paises occidentales, no escuche risas, chistes, gritos ó protestas. Lo que decía el capitán, era rapidamente acatado por los demás y se mantenía la más alta concentración en todo momento.... inclusive si se estaba haciendo fila de último para practicar una jugada.
Como a la hora y media, yo me estaba subiendo por las paredes de que solo practicaran y no mejenguiaran. ¿A cuantos entrenamientos no he ido donde se está más pendiente por el momento de la mejenguita en lugar de hacer un poco de acondicionamiento físico ó de practicar jugadas a balón parado?Me puse a imaginar las veces que leemos que los entrenamientos de algunos equipos profesionales, desde los nacionales de Costa Rica hasta los del Real Madrid ó el Barcelona, son una pura fiesta encabezada por algunos jugadores (inclusive Ronaldinho ó Roberto Carlos). No sé por qué, mientras los veía entrenar con tanto orden, me imaginaba en mi cabeza tomas de películas donde se ve la concentración de guerreros samurai mientras practican por horas en el pico de una montaña preparándose para la batalla final.
Finalmente!!! Me llama el capitán para decirme: "Ahora si se puede jugar, ustedes van a ser un equipo de 10". Para este entones yo parecía una mula de carga, le decía que sí a todo lo que me decía. Mientras ellos descansan para prepararse para el partido, hablo un rato con el capitán y le pregunto sobre su status de capitanía. En esta parte de la conversacion fui expuesto a el honor oriental por su trabajo y lo extremadamente burocráticos que son.
Me cuenta que para ellos es un absoluto honor ser el capitan del equipo porque según la tradicion universitaria, el capitán es elegido por el capitan del año pasado y es su deber organizar y dirigir las prácticas. Sus palabras denotaban una responsabilidad muy grande y unas ganas inmensas de cumplirla a creces. Le pregunto si los internacionales podíamos jugar en el torneo entre dormitorios, es un evento tan grande como el que se da en Harry Potter con el Quidditch para que nos entendamos más facilmente. Me dice que, ojo esto, según el reglamento interno no podemos jugar porque estamos sólo seis meses. Entonces le dije, como persona práctica que soy, que de fijo tenía que haber una manera en la qe se podía resolver. Me dijo que eso lo tenía que decidir el comite organizador de estos torneos y que lo veía dificil porque las reglas eran muy claras. Le hice distintas preguntas y me remitió reiteradamente a las reglas ó a superiores. Inclusive, en un momento llego a presentarme como al director deportivo de su dormitorio para que le escribiera sobre la posiblidad de hacer un equipo de futbol de internacionales. Yo estaba desesperadísimo con tanto título y regla, ¿cuando se ha visto algo semejante?!! Pero bueno, si hay algo que aprendí, es que lo que está escrito no sólo se respeta sino que se tiene que seguir a cabalidad.
Jugamos el partido, nada del otro mundo salvo que se les saca mucho por potencia y fuerza. En medio partido, y mientras yo gritaba chistes y vacilaba con algunos chinos (mientras ellos se quedan sorprendidos de tanta habladay risas por parte mía y de mis compañeros occidentales), le pregunto a uno que porqué entrenaban tanto. Me dice, muy sabiamente, que ellos saben que su fortaleza no está en la parte táctica ó de talento, si no que está en la disciplina del entrenamiento. Claro! Para cuando me dice esto yo siento que estoy hablando con Sun Tzu, el escritor del arte de la guerra. En pocas palabras e inconcientemente, refleja la sabiduría acumulada por tantos milenios de existencia de una civilización muy disciplinada y trabajadora. En cada jugada, independientemente de si se ganaba la bola o si se salía del campo, los jugadores aplaudïan en señal de felicitacion por el esfuerzo realizado por su compañero.
Con este comentario, quiero aclarar que no quiero ni elevarlos a un nivel superior ni decir que en occidente somos un desastre. Evidentemente, ninguna de las anteriores afirmaciones es cierto. Simplemente quiero hacer una reflexión sobre puntos donde podríamos mejorar tanto colectiva como individualmente. Siento que, muchas veces nos hace falta disciplina para hacer las coas, que sentimos que un rato de esfuerzo tiene que ser recompensado con un rato mayor de relajación (en este caso jugar un partidito de futbol despues de practicar) y que de las reglas ó posiciones de poder son relativas a nuestros intereses. También hay cosas que nosotros, los occidentales, hacemos igual ó mejor que ellos, pero en este caso hay que aceptar nuestras diferencias a la hora de trabajar con ellos.
Saludos y que esto sirva para pensar y reflexionar
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1 comentario:
Que dicha que te esta llendo muy bien!!! ya me preguntaba que si ibas a tener la oportunidad de poner en práctica lo que hacemos en Tiquicia: armar una mejenguita donde sea y contra quien sea!!! ja ja
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